Boletin 2001

Triduo 2001. Dia 3

SANTA MARIA DE LA ALEGRÍA»

 

1.‑ Saludo. Lector: Ave María Purísima.

 Todos: Sin pecado concebida.

 Lector: Ante tu altar, María, queremos cantar con nuestras voces, el himno de alegría que brota de nuestro corazón, y queremos repetirte con el ángel: «Alégrate María, llena de gracia, El Señor está contigo, Bendita tú entre las mujeres, Y bendito es el fruto de tu vientre Jesús.»

 Todos: Santa María, Madre de Dios, Ruega por nosotros pecadores, Ahora y en la hora de nuestra muerte.

 Lector: Alégrate María, Hija del Padre,  Madre del Hijo, esposa del Espíritu Santo.

 Todos: Santa María, madre re ….

 Lector: Alégrate María, Madre de la iglesia,  Señora del Mundo, alegría de la juventud.

 Todos: Santa María, madre …….

 2. LECTURA

          Un cristiano tiene el deber de ser alegre. La alegría es una nota característica e indispensable de la vida cristiana. A un cristiano le puede fallar todo, pero si está unido a Dios, no puede faltarle la alegría.

         La alegría no se impone sino que brota espontánea dentro cuando el alma está abierta a Dios, cuando se lucha por algo que vale la pena.

          La auténtica alegría es fruto del alma en gracia y se incrementa con la amistad sincera, con la comprensión benévola, con el deber cumplido, con el servicio a los demás.

          La alegría nos impulsa al bien, nos hace benévolos y amables, nos estimula para el trabajo y vuelve fáciles las empresas difíciles. Alegría y amor son las dos alas para una vida llena de felicidad.

          Sé alma alegre y la Virgen será una de las causas de tu alegría. Ella es Ir,, más selecto de nuestro mundo, la persona más excelsa de nuestro raza, el verla tan hermosa, tan llena de bondad, tan humilde, tan sencilla, tan llena de gracia, nos alegra.

          Es propio de los hijos alegrarse con la grandeza de la Madre. ¡Toda hermosa eres María y no hay en ti mancha de pecado original.!

 Santa María, causa de nuestra alegría, ruega por nosotros.

 3.‑ REFLEXIÓN PERSONAL.

Breve Silencio.
Pídase la gracia que se desea alcanzar.

4.‑ PLEGARIA

         Para que nuestra fe aumente, se fortalezca nuestra esperanza y se avive la caridad, intercede ante el Señor. AVE MARÍA.

          Para que e las dificultades de nuestra vida acudamos a ti, a fin de halla ¡a gracia y la misericordia, imploramos, Madre, tu ayuda. AVE MARÍA

          Para que también nosotros seamos mediadores de la alegría y de la gracia para nuestros hermanos intercede Madre ante tu Hijo. AVE MARÍA.

 5.‑ ORACIÓN FINAL.

          Santa María, dulzura nuestra, madera nuestra, ventana con sol, mano para guiar, mano suavísima, candela bendita, campana en el valle, alivio en la agonía, vaso de exquisita ternura, esposa, hermana, Madre amable. Dígnate concedernos una templada alegría, amor a los hombres, y conocimiento de las cosas. AMEN

 REINA DEL SANTÍSIMO ROSARIO. RUEGA POR NOSOTROS