Boletin 2003

Triduo 2003. Dia 3

“SANTA MARIA, MADRE DE LA IGLESIA»

1.‑ SALUDO:

LECTOR: ¡ María. junto a ti, nos sentimos hijos de la Iglesia!

TODOS: ¡ María, junto a ti, nos sentimos hijos de la Iglesia!

LECTOR: Ante tu presencia, queremos alabarte con nuestras voces, y juntos entonar el himno de alegría que brota de nuestro corazón.

TODOS: ¡ María, junto a ti, nos sentimos hijos de la Iglesia!

LECTOR: ¡Alégrate María, Hija del Padre. Madre del Hijo. Esposa del Espíritu Santo!

TODOS: ¡ María, junto a ti, nos sentimos hijos de la Iglesia!

LECTOR: ¡María, Madre de la Iglesia, Señora del mundo. alegría de la juventud! ¡Bendita Tú entre las mujeres!

TODOS: ¡ María, junto a ti. nos sentimos hijos de la Iglesia!

2.‑ LECTURA

María no es una mujer solitaria, convive, comparte y se reúne con sus hermanos. Hacia Jerusalén ella camina en caravana, cuando sigue a Jesús va acompañada de sus parientes y de un grupo de mujeres. En la cruz Juan, está con ella. Al colocarlo en el sepulcro allí está Nicodemo y José de Arimatea. Y el día de Pentecostés ora en compañía de los discípulos. María es la primera creyente de la comunidad de la Iglesia. Es la primera que recibe el Evangelio y la primera que lo predica y lo anuncia.

En María, Jesús crece, ama y sirve. Ella lo entrega al mundo. Los rasgos de la Iglesia se manifiestan en María. reúne y refleja sus características. María es figura,  adelanto, anticipación y modelo de la Iglesia, que es madre, hija, hermana, esposa y virgen. al igual que María.

La Iglesia está atenta a Dios. lo escucha en el silencio. lo contempla con admiración y le responde con fidelidad. La iglesia vive para decir cada día: «…que se haga en mí según tu palabra». La iglesia es esposa fecunda porque engendra numerosos hijos por el agua v por el Espíritu. La iglesia es virgen, porque espera engalanada la llegada de su esposo. La iglesia es misionera y servidora‑ y canta agradecida al Dios que hace maravillas por ser humilde y pequeña. Por eso María, es el rostro de la iglesia, hecha signo en su persona. Se hace voz de los pobres, pide el pan y lo comparte, y sufre al ver a sus hijos perseguidos y crucificados.

Amar a María es amar a la Iglesia, participar en ella, ser responsable de su misión ser fiel a sus orientaciones. Amar a María es orar con los apóstoles y recibir el Espíritu. Amar a María es amar a Jesús, escucharlo y predicarlo, vivirlo y reconocerlo en su presencia. Amar a María es ser hermanos e hijos de una misma Iglesia.

3.‑ REFLEXION PERSONAL

Breve silencio. Pídase la gracia que se desea alcanzar.

4.‑ PLEGARIA

‑           Madre de Dios y Madre nuestra. fiel discípula del Señor, asístenos con tu intercesión para que demos buen testimonio del que nos llenó con la fuerza del Espíritu. AVE MARIA.

‑           Madre de Cristo y Madre de la Iglesia: ayúdanos a crecer en la comunión con tu Hijo y con su Iglesia, que alimenta en nosotros la eucaristía. AVE MARIA.

‑           Reina del Rosario y Madre de la caridad; abrázanos con tu amor, para que sepamos amar como Jesucristo tu Hijo, nos amó. AVE MARIA.

5.‑ ORACION FINAL.

María Iglesia, Hija de tu Pueblo. hermana de los hombres. Virgen del Rosario. intercede por, todos nosotros que peregrinamos hacia Dios, Ayúdanos a vivir como iglesia sirviendo a nuestros hermanos y proclamando con alegría nuestra fe. Te encomendamos nuestra comunidad y cofradía, y a quienes la sirven con su palabra. Especialmente te pedimos por el Papa Juan Pablo II y nuestro Obispo Santiago. Hija y Madre de nuestra Iglesia ruega por todos nosotros. Por Jesucristo Nuestro Señor. AMEN