X Aniversario

Presentación del Cartel Conmemorativo del X Aniversario

        INTROITO

 Yo, hoy y aquí, vuelvo a tener el descaro y la osadía de encomendarme también a nuestra Madre, Nuestra Señora del Rosario, al igual que días antes hiciera frente a mi Divina Pastora de las Almas, mi otra Señora, mi Reina Capuchina.

Hoy, Rosario, humildemente te pido, que ilumines fielmente mi mente, ya que tú mejor que nadie, conoces mis limitadas referencias literarias y poéticas; y también te ruego elocuencia en mis palabras, esas que ahora tengo entre mis manos hechas emociones, escritas en folios blancos, protegidas por unas tapas negras y que marcan la conclusión de una ansiada espera y el inicio de mi presentación.

Por eso, ante la duda y preocupación de que haya un gran distanciamiento entre lo que diga y lo que oigáis; pido benevolencia a mis hermanos cofrades por la posible torpeza de mis palabras, aunque no me sonrojaré porque falte rima en el verso, si en ellos puedo expresar todo lo que llevo dentro; han salido fielmente del corazón, diciendo lo que por María siento. Por tanto…

A ti, Rosario, te traigo mi Presentación,
con poemas de requiebros
que te he escrito con mi mayor ensueño,
y que, ante tus plantas refrendo
dándote mil veces gracias
por gozar de tan alto honor.

A ti, Rosario, te traigo de todo corazón
mi prosa, sonetos y sentimientos
embriagados de conmoción,
que “pa” ti quisiera, la mejor de las felicitaciones,
escritas en el alma con desbordada emoción
la expresión de todo un pueblo, grabada en sus corazones.

Perdóname, Rosario, por esta osadía
yo que, siendo un humilde cristiano y cofrade,
ensalzar tus gracias,
con la devoción como pobre bagaje
asombrado por la fama de tu historia,
estremecido por la esencia de tu mensaje.

A ti, Rosario, te traigo mi Presentación,
tú que estás a mi espalda
te pido tú bendición.

Gracias por sentir tu aliento,
como el más puro de los bálsamos
que recompensan este momento.

Deja, Rosario, que en el aire
corran mis versos
que nacieron por tu afecto,
y que no me tiemble la voz
que se pueda escuchar mi palabra
gritando tú nombre, con el más puro fervor.

A ti, Rosario, te traigo mi Exaltación
que te la quiero ofrecer a ti,
como regalo más preciado de mi esencia
a la jaenera más noble y más galana
nuestra guía y esperanza,
Dominica y linda azucena blanca.

Déjame compartir, Rosario, este presente
con tus monjitas, con tus cofrades, con mi Hermandad
hoy, que he tenido la suerte
de sentir vuestra amistad
quisiera poder contar
todo lo que mi alma siente.

…Porque, si te pensó Dios más bella
y radiante que ninguna,
sin duda no fue obra humana
esa talla de hermosura.

 Acaso sus propias manos
moldearan con esmero,
y acaso fuera en el cielo,
viéndote Reina y Señora,
que Dios pensara la hora
de hacerse también tu costalero.

 Y entre tus manos se puso,
y cual sumiso chiquillo,
quiso ser, en tu regazo,
un humilde Pastorcillo.

 Para ti, Rosario, el esfuerzo de mi Presentación
por que es tan grande mi alegría,
que han fluido con ilusión
palabras que la razón
jamás componer podría.

 Virgen del Rosario y Madre mía,
manantial de cercanía,
Soberana Dominica,
cantará en mi interior,
un sentido ¡Ave María!.

Y, Rosario, en esta dulce aventura
de recrearme en tu Cartel
Reina, Virgen y Madre Pura
que el temor a no saber
llenan mi cuerpo de dudas
soñando con tu hermosura.

Y así te quiero cantar,
y ensalzar tus aires de princesa,
hablándole al mundo entero
de tu gracia y tu belleza,
del cariño que te tienen
los cofrades de mi tierra.

¡Y en tu 10º Cumpleaños!
¡Que sepan lo que es sentir!,
¡Que sepan que soy sincero!,
¡Que sepan lo que es vivir!,
Sintiéndome tú Siervo.

 ¡Que sepan, Rosario!
Que no existe más consuelo
Que haber nacido en este barrio
Y ser hoy quien te ensalce
Patrona de Capataces y Costaleros,
Y ser hoy quien te dirija
Mis piropos y mis besos
 

         SALUTACIÓN

      Rvdo. Sr. D. Blas Pegalajar González, Capellán….

      RRMM Dominicas, mi fraterno saludo y mi agradecimiento por cederme un instante vuestro estrado dominico.

      Amigo, Pepe Castro, Presidente y demás miembros de la Junta de Gobierno de la Cofradía del Rosario, de nuestra ciudad.

      Queridos amigos y representantes de las distintas Cofradías de Gloria de Jaén.

      Barrio de la Alcantarilla, Cofrades de Jaén, Señoras y Señores, amigos todos. PAZ y BIEN

¡VIVA MARÍA!

¡VIVA EL ROSARIO!

¡VIVA SANTO DOMINGO QUE LO HA FUNDADO!

…Esto es un sueño del que no quiero despertar. Desde las palabras de Gabriel en su salutación; desde las palabras de la anciana Isabel al presentir a Dios en su propia familia; desde la premonición de dolor de Simeón; después de tantos siglos de alabanzas, oraciones, miradas y ofrendas, sigue siendo un regalo del cielo poder hablar de la Madre.

¡Qué generoso es el barrio de la Alcantarilla con sus hijos!

¡Que grande es Jaén para con sus cofrades!

Cuando más entretenido estaba yo con mis cientos de cosas cotidianas: Mi familia, el traslado en mi trabajo, mi Vocalía de la Agrupación de Cofradías, mi Hermandad de la Divina Pastora, la Gloriosa Beatificación de Fr. Leopoldo, el verano, las vacaciones… esta Cofradía, esta Ciudad y este Barrio, me señalaron para que presentara el Cartel Conmemorativo del X Aniversario de la primera salida procesional por las calles de mi tierra de la Santísima Virgen del Rosario. De repente pensé: esto es, sin duda, obra de Ella. Y me tranquilizó, porque si recibió con humildad la noticia de ser la Madre de Dios, sin pedir explicación alguna y, con la seguridad de que nada malo ocurriría, yo también con sencillez debo aceptar esta llamada de mi Cofradía, para declarar públicamente mi amor a la Santísima Virgen; sabedor, además, de que Nuestra Señora del Rosario será mi protectora esta tarde, cuando recorra la Alcantarilla agarrado de su mano.

Por eso, gracias, amigos, tanto a ti, querido Pepe, como a Jose Antonio, Alfonso, Bartolomé, Juan Fra, Manolo, Agustín, Paco y otros muchos…… mil veces gracias y espero no defraudaros.

Como ventana abierta al mundo, la Santísima Virgen del Rosario se asoma para mostrarnos toda su belleza y hermosura. Qué gozo poder recrearse ante el rostro sereno de nuestra Madre en éste Cartel, en este gran Cartel de 1 metro x 60 cms. Simplemente, lo que un aficionado y prodigioso fotógrafo ha retratado y una imprenta prestigiosa ha plasmado, es lo que durante cientos de años, multitud de cofrades han soñado. Así que, un joven de nuestra tierra, llamado Jacobo

Linde Navarro, de tan solo 20 años, formándose en Periodismo y Comunicación Audiovisual; así como la Tosiriana Gráficas La Paz, con cariño, devoción, talento y mucho arte nos han regalado, no una foto, ni siquiera un Cartel, sino la Gloria y la devoción de una Ciudad “pá” que luzca por sus calles de Jaén.

En la Gloria de un Cartel fija Dios toda su grandeza, inspirando en Jacobo el cariño por su tierra, por sus costumbres y tradiciones, y todo lo que a ello huela.

¡Qué dulzura en su mirada!, ¡que color en su aureola!, que Princesa más cristiana, que elegancia de Señora.

En la Gloria de un Cartel, sueña Dios con tu figura, deslumbrante de belleza y de ternura. Vestida de Reina, con cara de dulzura, y el niño piensa despacio, en las nanas que le dormían, en el hueco de su abrazo

¡Jaén!, ya sabe tu Barrio a Gloria, ya huele de nuevo a nardo y a rosas. Y los Ángeles de los confines, se apresuran y vocean, se preguntan por los rincones, desde el cielo hasta la tierra. Algo viene pasando, algo se huele y se paladea, se bebe desde los aires, se palpa con mucha fuerza. Un vendaval de amor y de fe, se recoge en su Pureza. Desde su Convento nos convoca a su presencia, que es su Aniversario y Antonio Villar la ha vestido con ajuares de Reina. Tiene el rostro sereno y desbordante de inocencia, mostrándonos a su chiquillo, del que nunca se avergüenza.

¡Qué alegría contemplarte, en este precioso Cartel,  que nos anuncia el comienzo de un tiempo para soñarte, perfecta expresión de arte, viniendo hasta Jaén, desde Córdoba tan radiante. De Nuestra Señora de Gracia, viniste para quedarte. Bernal te lavó la cara sin cambiarte el semblante y así de guapa te dejó, y así aprendimos a rezarte!

¡Como ha pasado el tiempo, diez años en un breve instante! ¡Y hoy, diez rosas te traigo yo, con devoción para obsequiarte! ¡porque es tu cumpleaños y no sabía que regalarte!

¡Qué alegría Santo Domingo, que alegría de tus cofrades, quien nos iba a decir, que tu devoción recuperasen! Y fue en mi barrio y fue en la Alcantarilla, donde Dios nos quiere bien, dándole por morada, una casa dominica, donde habitan unas monjas, que nunca quieren que le falte,  la misma Gloria Bendita.

 VIRGEN DEL ROSARIO. COFRADÍA DE JAÉN

         La primera oración fue una rosa. Cada palabra fue un pétalo que como lluvia fina iba cayendo sobre las manos de la Madre. Esto ocurre cada mañana de primavera. La Doncella Virginal recordaba una, dos, mil veces las palabras de Gabriel, y todos los recuerdos iban asentándose  en su corazón. Con cada recuerdo de aquel primer Ave María, con cada palabra hecha pétalo, fue componiendo rosas, y cuando las rosas se hicieron vergel, el Hijo coronó el jardín de las oraciones con la cruz de la redención. La Madre de Dios habitaba ya en todos los corazones, y su pueblo, le rezaba el Rosario; gracias a la mediación de Santo Domingo de Guzmán como primigenio impulsor de esta devoción, a quien la propia Virgen María, sosteniendo un rosario en la mano, se lo entregó y le enseñó a recitarlo; siendo advertido por Ella para que lo utilizara como arma poderosa en contra de los enemigos de la fe, prometiéndole que muchos pecadores se convertirían y obtendrían abundantes gracias.

Junto a la devoción, apareció su imagen. Con la fuerza de tantas oraciones unidas en el mismo fin, fue extendiendo su manto protector por el mundo, y no hubo lugar, donde no se hubiera elevado un altar a la Reina del Santo Rosario. Fátima puso blancas perlas de humildad y de grandeza, Sevilla cantó su primer Rosario público a las plantas de la belleza de su nombre y ya su devoción fue un camino amplio de salvación hasta que Juan Pablo II incluyó, junto al gozo, el dolor y la gloria, los misterios de la luz y la palabra.

Numerosos pueblos la eligieron como protectora. En nuestra tierra, está perfectamente documentado que la devoción a la Virgen del Rosario se introdujo en Jaén a finales del siglo XIV, cuando la fundación, de parte de la Orden de Predicadores, del Real Convento de Santa Catalina Mártir, generó la inmediata puesta en marcha de la práctica pública y privada del rezo del Santo Rosario. En tal convento figuraba ya a comienzos del siglo XVII una soberbia talla que, afortunadamente y tras muchos avatares, ha llegado hasta nosotros, conservándose actualmente en la Iglesia de san Andrés. De igual forma, los dos conventos de monjas dominicas existentes entonces en nuestra capital; el de “la Concepción” calle ancha y “los Ángeles” calle Martínez Molina, desempeñaron también un papel fundamental entre los jienenses acerca de la consolidación y propagación devocional a la Virgen del Rosario, pues no solamente, ambos conventos, siempre mantuvieron en culto imágenes de tal advocación, sino que de sus conventos salían los Rosarios públicos más concurridos de toda la capital, en los meses de Mayo y Octubre, y ello, por muchísimos años y auspiciados sobre todo, por la Cofradía de la Virgen del Rosario existente en el desaparecido convento de la calle ancha. Pero con la llegada de los vientos antirreligiosos de la II República, también se extinguió aquella benemérita Cofradía, que de una forma muy devota, eficiente y comprometida, está renaciendo en este recoleto y coqueto Convento Dominico de la Concepción, que de nuevo, hoy, nos está arropando y permitiendo que María Santísima, en su advocación de Rosario, nos cobije bajo su manto, en este décimo aniversario. Porque, recordamos que, fue allá por el año 2000, cuando un grupo de “locos” y jóvenes cofrades pertenecientes a la Hermandad de la Estrella, animados por las RR.MM Dominicas, comenzaban a dar el empuje e impulso necesarios para que esta Centenaria Cofradía volviera por sus fueros y recuperase el esplendor perdido. Y vaya que lo están consiguiendo, y sino fijaros en tan solo 10 años, lo que han conseguido; fervor y devoción a raudales por la Reina del Rosario, autenticidad cristiana y coherencia cofrade, de la que por desgracia, en mi opinión, se carece en demasía.

Y ¿sabéis porqué? POR AMOR. Por amor a María, por amor a la Madre de nuestro Señor Jesucristo, el Divino pastorcillo, por amor a Jaén, a sus costumbres y a sus tradiciones más auténticas, por amor a lo puro y a lo verdadero.

Así que, aquí y ahora, deseo más que nunca, tener la voz y la palabra del poeta que llevo dentro. Hoy más que nunca quisiera ser el vocero que cante el valor de lo divino, las pasiones de lo humano y el amor de este pueblo, el amor de este barrio, el amor de esta Cofradía. Palabra y voz de poeta, pues el amor es poesía y la poesía la inspira Dios.

He buscado paciente, perspicazmente para intentar descubrir ó adivinar lo que vosotros pensáis ó sentís, en los manantiales subterráneos de las aguas profundas, silenciosas y ocultas que conservan la sabiduría humilde que da el tiempo, la edad, …que da el silencio, la soledad.  

         Por eso, este humilde cofrade ha bebido en la fuente clara que viene de los veneros profundos de los manantiales viejos de la tradición y de las aguas cristalinas de los arroyuelos nuevos, y me he iluminado de la luz que emana la visión de María Santísima del Rosario, en este bello Cartel conmemorativo; de esa luz brillante que irradia su Cofradía, como la más pura, humilde y sencilla manifestación religiosa de un barrio entero, de mi pueblo jaenero.

         También he sentido su dolor, el dolor de una Madre, en los ecos de las voces doloridas de las almas de Andalucía y en los gritos de los olvidos que resuenan en las profundidades de los pozos de la amargura. Y he encontrado que somos herederos de la historia de un pasado, cargado de leyendas, rico en sentimientos y devotas emociones, en pro de un fervor y religiosidad popular que alza su voz y su canto, implorando fuerza y  protección frente a la multitud de calamidades que acechan al hombre y los tiempos que nos tocan vivir en cada momento. Es la expresión de la fe cristiana de todo un pueblo. Es la fe en Jesucristo, como manantial inextinguible de evangelización y solidaridad con la noble obligación de trabajar para que el mensaje divino de la Salvación sea conocido y aceptado por todos los hombres de la tierra. Siendo imprescindible dar ese testimonio de fe cristiana, llevando la Esperanza a los que sufren tantos problemas como existen en el mundo: hambre, paro, droga, enfermedad, incomprensión, violencia, marginación. Hay que dar y manifestar coherente y consecuentemente ese ejemplo, sobre todo, a los jóvenes, como retoños de fe y semilla próspera del futuro, que son. ¡Esto es lo que importa!

Somos muchos los cofrades que tenemos algo que agradecer a nuestros ancestros, el habernos enseñado que con Amor todo es posible y que sólo potenciando la Caridad desde la Acción social en todas sus formas, conseguiremos construir una sociedad más justa, un milagro bajo el sol, todos juntos por un mundo mejor. Tenemos que conservar y saber transmitir ese valioso legado de nuestros mayores, que nos recuerden igual a nosotros, por la honradez, el amor, las buenas maneras y la concordia; que pasemos por esta vida haciendo el bien, viviendo el verdadero sentido de la Cruz de Cristo y propagando la devoción al Santísimo Sacramento y a su Madre María, mediante el rezo del Santo Rosario.¡Esto es lo verdaderamente importante!

…Si os preguntan el por qué
de llevar una medalla;
si os preguntan el por qué
de agasajar con mimos
con olores perfumados
de incienso y de nardos,

¡Decid que lo hicisteis por AMOR!
Si os censura quien no entiende
que la cruz es cruz de guía,
si os persigue quien no acepta
un rezar de letanías;
si ser cofrade es callar
cuando ultrajan a María,
¡Callad y rezad!, ¡cofrades!,
¡Pero todo por AMOR!

Que no es cofrade quien ama
por intereses creados,
o quien amando a su imagen
desprecia luego al hermano;
porque es muy fácil caer,
más difícil levantarnos;
pero el cofrade que cae
se levanta por cristiano,
¡Y todo por AMOR!

Por amor hacia ese Cristo,
cautivo, muerto ó clavado,
por amor hacia esa Virgen
sonriente ó de llanto desconsolado;
por amor al estandarte,
al guión ó al simpecado
y hasta a la última flor
que adorna el frontal de su paso.

¡Sólo por AMOR a Dios
se es cofrade y cristiano!
Que la saeta es amor
porque es amor el encaje y el tocado
y las manos de tu Virgen
y el insomnio trasnochado,
amor de sus camareras
cuando van rezando el rosario.

Somos cofrades de Cristo
por el amor regalado,
que muriendo en una Cruz,
redimió nuestros pecados.

Amor que el cofrade entrega
a su Hermandad por su amparo
y su vocación de hombre
y su fuerza y su legado.

¡AMOR QUE EN AMOR LO PAGA
EL QUE FUE CRUCIFICADO!

ROSARIO. PATRONA DE CAPATACES Y COSTALEROS

Virgen del Rosario, en tu décimo aniversario, no podía olvidarme de tu Patronazgo sobre Capataces y Costaleros. Ella que es, sin duda alguna, la Madre directa de hombres que son ejemplo de ofrenda y entrega, a los pies de la que se entregó a la obra redentora de Dios, y que entre Septiembre y Octubre, exaltan  su Gloria entre sudor y amistad.

¡Quien pudiera ser Capataz de tu radiante hermosura!

¡Quien pudiera ser tu Costalero y llevarte por la anchura del camino verdadero!

Poner el alma, bajo tu planta divina, llena de rosas y de nardos, que te ofrenda la Alcantarilla.

Y será como un Rosario ese camino, que hasta Octubre prepare a la cuadrilla, que las voces primorosas de Agustín y Paco, asuman el dulce peso de su nueva canastilla.

Y siempre de frente, con arte y señorío, desde las plantas mismas de su convento, transformará en tributo a un barrio, y de camino a Jaén entero, por devolvernos la alegría de la Virgen del Rosario, con tirabuzones y el niño Dios en su regazo.

Pero además, este año, Santo Domingo, también saldrá junto a su paso. No habrá mejor regalo, pá su décimo Aniversario, que verse acompañada, por el hombre que más ha luchado, en propagar al mundo entero, los misterios del Rosario.

Decenas de hombres que se hermanan y se desgastan desde abajo. Aunque el que sabe el oficio, ni protesta ni se alivia por el peso de la vida, pues no tiene más pago que una herida y el respeto de una inmensa mayoría. Y eso curte, y eso modela un sentimiento que mejor entiende a mi tierra con costales, oración bajo sus plantas maternales, derroche de fe y devoción a mantas y a raudales.

Cuando resuene la plata en la llamada, en Octubre del calendario, se volverá Jaén relicario para acoger la eterna llamarada que, con perfume a nardo e incensario, incendiará en costumbre costalera al barrio que la implora y la venera, Madre de Dios y Nuestra del Rosario.

Y saldrá a calle y volverá a ser un “escándalo”, cuando suene la primera marcha de la banda tras su paso. Y las monjas como siempre, que se asomen al campanario y le brinden mil amores, mil piropos deshojados.

Entre callejuelas y balcones engalanados, nebulosa de incienso y los nardos que se abren a su lado, cuando plena de amor y de ternura, por sus calles la vayan paseando, y serán cofrades de ahora, y serán los cofrades de antes, los que rindan su mirada a la Reina de su vida.

Y entre tanto delirio de hermosura, no pudiendo ya nada importunarlo, cansado de jugar con serafines, rendido de chicotás y de aplausos, mi niño dominico se habrá dormido jugando con las cuentas del rosario.

Será ya muy de noche, cuando vuelva a la Alcantarilla, lentas y suaves revirás las de su paso, de puntillas avanzando la cuadrilla, que un simple suspiro podría despertarlo.

¡Decidle a los hermanos que susurren y al barrio que contenga su entusiasmo que, bañado en la luz de su sonrisa, y en la fiel seguridad de su regazo, el Rey del Universo, sigue dormido, cansado de disfrutar, y está soñando, arrullado en el hombro dominico, de mi Reina y su Madre del Rosario!

EPÍLOGO

Llega la hora de despedirse. Solo me queda agradeceros testimonios y vivencias compartidas con todos vosotros, cofrades del barrio de la Alcantarilla. Gracias por siempre al Presidente y a los miembros de su Junta de Gobierno, que al confiar en este hermano inédito, cuyo único mérito es ser cofrade desde la cuna, me brindasteis, cuando menos lo imaginaba, esta oportunidad única de expresar tantos sentimientos como tenía acumulados en las entrañas del alma.

Solo me resta llamaros a todos a vivir intensamente este décimo aniversario, a disfrutar de vuestra amistad y a seguir luchando por este proyecto que, a buen seguro os reconfortará y os hará mejores personas.

Y a ti, Jaén: recibe a tu Madre, recibe a tu Virgen del Rosario, recíbela con amor y con cariño. Que este 10º Aniversario sea la esencia de nuestra fuerza, afianzamiento de nuestra fe y devoción por el rezo del Santo Rosario.

Pidámosle juntos, que no falte la salud en nuestro corazón, que con su ejemplo y modelo seamos fieles y consecuentes al evangelio de nuestro Señor Jesucristo, huyendo de las tendencias impropias de un cristiano, como la hipocresía, intolerancia, insolidaridad, violencia, incomprensión, etc.

¡Viva María!

¡Viva el Rosario!

¡Viva Santo Domingo

que lo ha fundado!

¡AVE MARÍA PURÍSIMA!

¡SIN PECADO CONCEBIDA!

            HE DICHO. LAUS DEO

José Enrique Solas Hernández