Boletin 2002

Triduo 2002. Día 2

1.‑ SALUDO

Lector:           Dios Te Salve María, llena de gracia,

            más santa que los Santos,

            más excelsa que los ángeles,

            más venerada que ninguna otra criatura.

Todos: A Tí honor y gloria en este día.

Lector:           Dios te Salve María, templo inmaculado de Dios,

            construida santamente,

            habitad por el mismo Dios.

Todos: A Tí honor y gloria en este día.

Lector:           Dios te Salve María, el Señor está contigo,

            purísima Virgen, eres digna de honor y veneración,

            tesoro de inocencia, esplendor de santidad,

            condúcenos hacia la paz y la salvación.

Todos: A Tí honor y gloria en este día.

2.‑ LECTURA

El amor de es la razón de ser del hombre, ley suprema del universo. Dios es Amor. El amor es el núcleo del Evangelio, mandamiento nuevo de Jesús. En esto conocerán que somos sus discípulos. Jesús nos enseña que la ley fundamental de la perfección humana y de la transformación del mundo, es el mandamiento nuevo del amor.

El amor hace grande a las almas y el egoísmo las empequeñece. Un hombre sin amor es como un río sin agua, tendrá reseco el corazón y su vida pasará inútil, infecunda. El hombre no puede encontrar su plenitud, sino es en la entrega sincera de sí mismo a los demás.

Toda la vida, cuando es auténtica, está orientada hacia el amor. El amor, es abertura a los demás, entrega, disponibilidad, servicio…. hemos nacido para el amor, y el amor que no se da se pudre dentro, como el agua estancada, se corrompe. Como el pan que si no se come se endurece.

El Amor cuando se da, se multiplica. La Felicidad está en darse, en entregarse.

María fue la mujer que amó hasta la cruz, tiene tan grande el corazón, que puede ser Madre de la Humanidad. Por eso, hoy le pedimos a ella, Madre de la ternura, que nos haga grandes en el amor, y que nos ayude a amar de verdad sin egoísmo.

3.‑ REFLEXIÓN PERSONAL.

Breve Silencio. Pídase la gracia que se desea alcanzar.

4.‑ PLEGARIA

‑ Para que todos tus hijos sepamos amar y entregarnos al prójimo como nos enseñó tu Hijo Jesucristo.

Todos: Madre del Amor, intercede por nosotros. AVE MARÍA.

‑ Para que aprendamos de tu vida el amor y la entrega a los problemas de nuestros hermanos, los hombre.

Todos: Madre del Amor, Ruega por nosotros a tu Hijo. AVE MARÍA

‑ Para que todos sigamos tus consejos y ejemplos de Madre.

Todos: Madre del Amor, imploramos tu ayuda. AVE MARÍA.

5.‑ ORACIÓN FINAL

Madre del Amor, Virgen del Rosario, te pedimos nos infundas el amor generoso para darnos y entregarnos a los demás sin buscar recompensa, para que así vivamos todos los días como Tú, en humildad sincera y noble ante Dios y ante los hombres. Te lo pedimos por tu Hijo Jesucristo nuestro Señor. AMEN.

REINA DEL SANTÍSIMO ROSARIO.

RUEGA POR NOSOTROS