Boletin 2004

Triduo 2004. Dia 1

HUMILDAD DE  MARIA

 

1.- SALUDO

 

Todos:           Dulce Madre Maria, Virgen pobre y humilde,

                  Tu vista de mí no apartes,

                  Ven conmigo a todas partes,

                  Y sólo nunca me dejes;

                  Ya que me proteges tanto como verdadera madre,

                  Haz que me bendigan el Padre

                  El Hijo y el Espíritu Santo. AMEN.

CANTO-SALUDO:   Estrella y camino prodigio de amor,

                              De tu mano Madre, hallamos a Dios.

2.- ALABANZA

 

Todos: Virgen del Rosario, ¡enséñanos a decir “sí” a Dios!

 

Lector: ¡Alégrate María, porque hizo en ti cosas grandes el que es poderoso!

Todos: Virgen del Rosario, ¡enséñanos a decir “sí” a Dios!

 

Lector: Proclamaremos contigo tu grandeza, María, por la humildad que te 

            llevó a sentirte esclava del Señor.

Todos: Virgen del Rosario, ¡enséñanos a decir “sí” a Dios!

 

Lector: Por tu fe total en el cumplimiento de las promesas divinas y por tu obediencia y tu sí generoso a la voluntad de Dios.

Todos: Virgen del Rosario, ¡enséñanos a decir “sí” a Dios!

 

3.- LECTURA

La grandeza no impide a Maria mostrarse humilde y sencilla. La humildad no se opone a la grandeza cuando el Señor está por medio. Dios escoge a Maria para Madre del Salvador y Ella se proclama humilde esclava del Señor. Si Maria fue elevada a tanta grandeza, fue justamente porque Dios se fijó en la pequeñez de su esclava. Ella misma reconoce que Dios derriba a los potentados de los tronos y ensalza a los humildes. Todas las generaciones la llamaran bienaventurada, porque Dios ha puesto los ojos en su humildad, pues Dios resiste a los soberbios y da su gracia a los humildes y se descubre tan sólo a los pequeños.

         Maria se asemeja de esta manera a Cristo; “venid a mí, dice, porque soy manso y humildes de corazón”. María es la mujer ofrecida y entregada totalmente en las manos del Padre. María la totalmente disponible para hacer posible el misterio de Dios con nosotros, que vivió con actitud humilde, orante, pobre y pequeña.

         Nosotros como seguidores de Cristo y María se nos exige la humildad y el reconocimiento de lo que somos ante Dios, pues todo el que se ensalza será humillado y el que se humilla será enaltecido.

         Pidamos a María que nos enseñe a ser humildes de corazón.

4.- REFLEXIÓN PERSONAL

 

         Oramos en silencio, pidiendo interiormente aquella gracia, favor o petición que deseemos alcanzar de Dios,  por la intercesión de nuestra Madre María.

5.- PLEGARIA

 

* María, virgen del Rosario, para que comprendamos e imitemos tu humildad y nos reconozcamos humildes antes Dios.

TODOS: Ruega por nosotros a tu Hijo. AVE MARIA

* Para que nunca Madre nos ofusquen ni nuestras buenas obras, ni la virtud reconocida por los dones, ya que todo es don de Dios.

TODOS: Ruega por nosotros a tu Hijo. AVE MARIA

* Para que a ejemplo tuyo hagamos de la voluntad de Dios la norma que guíe nuestra vida.

TODOS: Ruega por nosotros a tu Hijo. AVE MARIA

6.- ORACION FINAL

 

         Santa María, Virgen del Rosario, modelo de humildad cristiana, Madre de Dios ensalzada cuando tú te proclamabas esclava del Señor; vuelve a nosotros tus hijos tu mirada de Madre humilde y buena. Te lo pedimos por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor. AMEN

         REINA DEL SANTISIMO ROSARIO.

         Ruega por nosotros.

         CANTO DEL HIMNO DEL ROSARIO