“MARIA, SANTA ENTRE LAS SANTAS”

 

1.- INVOCACIÓN INICIAL

 

Lector: En el nombre del Padre, del Hijo….

            Dios mío, ven en mi auxilio

Todos: Señor, date prisa en socorrerme.

Lector: Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo

Todos: Como era en un principio ahora y siempre por los siglos  

            de los siglos. AMEN.

Lector: ORACIÓN: Señor, purifica mis labios y mi corazón, para

                                 que pueda dar gloria a tu nombre, al bendecir  

                                 y ensalzar a la Virgen Maria, Reina del      

                                 Rosario,  Madre tuya y Madre nuestra.

                                 AMEN.

2.- SALUDO

 

Lector: Madre del Hijo amado del Padre y Madre nuestra;

              inspíranos un espíritu filial humilde y obediente en todos

              los instantes de nuestra vida..

 

Todos: ¡MARIA, LLENA DE GRACIA, AYUDANOS A

             ALCANZAR  LA SANTIDAD!

 

Lector: Modelo e ideal de la Iglesia que peregrina, danos la luz y

             la fuerza para convertirnos más a Dios cada día.

                 

               

 

Todos: ¡MARIA, LLENA DE GRACIA, AYUDANOS A

             ALCANZAR LA SANTIDAD!

 

 

Lector:  Virgen del Rosario, llena de gracia, asístenos con tu

              intercesión para imitar a tu Hijo, y adorar al Padre en

              espiritu y en verdad. No permitas Madre, que nos

              apartemos del camino del amor que nos lleva a tu Hijo.

 

 Todos: ¡MARIA, LLENA DE GRACIA, AYUDANOS A

              ALCANZAR LA SANTIDAD!

 

 

3.- lectura meditativa

 

El Papa Pio XII proclama la santidad que el amor de Dios obró en su Madre, la Virgen Maria.

“ Si consideramos el suavísimo y encendido amor con que Dios ciertamente amó a la Madre de su Unigénito Hijo, ¿cómo podremos ni sospechar que Ella haya estado,  ni siquiera brevísimo instante, sujeta al pecado y privada de la divina gracia? Ya en las Sagradas Escrituras aparece claramente cuando Dios, creador de todas la cosas, habla a la tentadora y seductora serpiente con estas palabras: “ Pondré enemistades entre ti y la mujer, entre tu descendencia y la suya. Ella te aplastará la cabeza”.  Pero si la Santísima Virgen Maria hubiera quedado privada de la divina gracia en algún momento, no hubiera reinado entre Ella y la serpiente aquella sempiterna enemistad.

Además, es llamada “llena de gracia” y “bendita entre todas las mujeres”. Con este singular y solemne saludo, nunca jamás oído, se demuestra que la Virgen fue la sede de todas las gracias divinas, adornada con todos los dones del Espíritu Santo y, aún más, tesoro casi infinito y abismo inagotable de esos mismos dones, de tal modo que nunca ha sido sometida al pecado.

Los Santos Padres afirman que la Virgen fue lirio entre espinas, absolutamente virgen, inmaculada, siempre bendita, libre de todo contagio de pecado, fue siempre pura, la única que es hija, no de la muerte sino de la vida; germen no de ira, sino de gracia; pura siempre y sin mancilla, santa y extraña a toda mancha de pecado; mas hermosa que la hermosura, más santa que la santidad; si exceptuamos a Dios, fue superior a todos los demás; por naturaleza más bella, más hermosa y mas santa que los mismo querubines y serafines. La Santísima Virgen es Madre de Dios. Por esto es tan pura y tan santa, que no puede concebirse pureza mayor después de la de Dios.

 

 

4.- REFLEXION PERSONAL

 

   Oramos en silencio, pidiendo interiormente aquellas gracias, favores o necesidades que deseamos alcanzar por medio de nuestra Madre, la Virgen del Rosario.

 

5.- PLEGARIA

 

Lector: Para que a ejemplo tuyo nunca desfallezcamos en el sendero de nuestra santificación.  

Todos: MARIA, INTERCEDE ANTE TU HIJO Y   

             ESCUCHANOS.   (se reza Ave Maria)

Lector: Para que los jóvenes, esperanza de la Iglesia, vivan su  

             vocación cristiana con mas decisión, valentía y alegría.  

Todos: MARIA, INTERCEDE ANTE TU HIJO Y   

             ESCUCHANOS.   (se reza Ave María)

Lector: Para que la iglesia refleje mas en su vida la santidad de que es portadora en beneficio del mundo. 

 

Todos: MARIA, INTERCEDE ANTE TU HIJO Y   

             ESCUCHANOS.   (se reza Ave Maria)

6.- ORACIÓN FINAL

 

Señor santo, Padre omnipotente, por la santidad excelentísima de la Madre de tu Hijo, la virgen Santísima del Rosario, concédenos que te amemos a Ti solo, reconozcamos nuestras miserias y nos mantengamos siempre en tu gracia. Te lo pedimos por tu Hijo Jesucristo nuestro Señor. AMEN.

 

REINA DEL SANTÍSIMO ROSARIO.

Ruega por nosotros.

CANTO DEL HIMNO DEL ROSARIO.