Mejorando nuestro patrimonio
Cuando en el año 2000 coincidiendo con la recuperación de la cofradía, se decidió sacar en procesión sobre unas sencillas andas a la imagen de Nuestra Señora del Rosario, nos sorprendió gratamente contemplar la profunda devoción que esta advocación mantenía en nuestra Tierra. Tras décadas de aletargamiento, con un culto reducido apenas al círculo monacal y a un escaso número de cofrades fieles a la herencia ancestral, lejos de apagarse, la llama del Rosario se mantuvo viva y aunque muchos desconocieran la existencia de su cofradía, si se reconocieron en el rezo de esta sencilla oración. En pocos años nos vimos rodeados de una nueva generación que ilusionada recupera el culto a la Virgen, celebrando Triduo y Función Principal en su onomástica a la que se vuelve a invitar al Seminario. Como cierre, la procesión de octubre y por mayo la Fiesta de la Rosa, tradiciones que no debieron languidecer, y en la capilla un grupo de gente joven se acerca a rezar el Rosario junto a la Comunidad Dominica.
Estos apoyos nos han alentado en nuestro trabajo por difundir el rosario y rehacer parte del patrimonio del que los avatares históricos nos despojaron, y así junto a la restauración de la joya barroca que es nuestra actual titular, se pudo confeccionar un pequeño pero sencillo paso con peana y respiraderos a juego en damasco y malla dorada, que durante cinco años han elevado a la Señora, forjando a la vez bajos sus plantas a un nutrido cuerpo de costaleros.
Por ellos y tras una ligera recuperación económica se ha podido este año atender a sus demandas y se ha proyectado una nueva parihuela más cómoda y de mayor envergadura, dentro de los márgenes que nos permite la salida de nuestra iglesia monacal. Al mismo tiempo se retoma el proyecto de paso iniciado con la compra de los candelabros arbóreos a la cofradía hermana de la Estrella, completando el conjunto con una peana y un moldurón realizados en alpaca plateada en los talleres sevillanos de Manuel de los Ríos. Con esta nueva adquisición se unifica estéticamente el paso, luciendo todos sus elementos en plata, a la vez que se aligera sustancialmente su peso.
El bello conjunto será estrenado D.M. en la procesión del próximo mes de octubre dignificando la presencia del Rosario en nuestras calles. No obstante aunque el coste material de los enseres no es muy elevado supone un gran esfuerzo para una cofradía con escasos medios económicos por lo que vuestra ayuda es necesaria para seguir ilusionando a los que cada año nos proponemos venerar a la Madre Dominicana y propagar esta hermosa devoción entre los jiennenses.
Bartolomé Castro Duro