Extracto del Pregón de Gloria de Jaén de 2011
Pronunciado por D. Juan Francisco Ramírez Molina en Jaén, el 29 de abril
ROSARIO: LA ULTIMA AVE MARIA
… Nacida la pascua jaenera, sobre el pecho de esta ciudad serrana, reluce desde entonces una cruz que canta Victoria, ya triunfante y desnuda, reluciente como la nácar.
Cruz que remata un rosario de cuentas marianas, Cabeza, Rosario y Pastora, Roció, Carmen y Blanca, avemarías que se extiende y rezan, en Iglesias, cerros y en azuladas auroras que colorean tus albas, y en la noche del 10 de junio, Jaén te aclamara, ave, ave, ave María, rosario de San Bernabé por el viejo arrabal de san Ildefons.
Advocaciones marianas que se rezan con las cuentas de un rosario, guirnalda de lirios de gozo y dolor, dulce cadena de flores de luz y de gloria cosecha sembrada para esta ciudad, por la Gracia de Dios.
Bendita sea tu pureza, tierna melodía de amor, que nace en la Pascua para la Madre de Dios.
Saludo de un rosario eterno de cuentas cristalinas, que no se tiñen de amargura y dolor, sino de aromas primaverales de un ramillete en flor, con el cual los cristianos jaeneros cantan las flores en la Iglesia de un barrio, en una plaza, o al candor de un hogar.
Pero hasta esa Alameda de Capuchinos llegaran nuevos aromas cofrades teñidos de música de rosarios que entre bambalinas de palio nos recuerdan que la luz de una Estrella ilumina la alcantarilla al brotar la primavera.
Porque cuando despereza octubre, Jaén rezara su ultima avemaría. Cuenta monacal de un santo rosario, donde triunfa la gloria de una Virgen Dominica. Salve Regina Mater Misericordia, te cantamos en la Salve, Reina de la Familia, en tu letanía Madre.
Esta próxima flor será por la familia, para pedirte Madre que intercedas por ellas, para que nuestras familias sean espejo de aquella familia de Nazaret. Humildad, Perdón, Diálogo, Respecto, Amor.
Por tantos padres que durante su vida sembraron y siembran la vida de sus familias de estos valores cristianos que luego se traducen en ejemplares personas y cofrades al servicio del Evangelio.
En esta cadena de recuerdos y sentimientos, hoy quiero tener una mención especial para los padres de mis hermanos en la Junta del Rosario. A los que viven y a los que ya nos han dejado para descansar eternamente. A la madre de mi amigo Pepe, Rosario. Al padre de mis amigos Manolo y Agustín, Manuel, a la madre de Alfonso, Capilla y a mis queridos padres.
Porque todos ellos, durante su vida supieron engarzar cuenta a cuenta un rosario de auténticos valores cristianos, que a la postre han germinado en un eterno rosario, que al amparo de un convento dominico, siembran nuestra tierra de un inmenso palio que es reflejo de las gracias y avemarías de la Señora del cielo.
Os ruego ahora, que por su bendito recuerdo pida a mi amigo Agustín, capataz del Rosario, que haga la próxima levanta.
Silencio, porque ya resuena en la plaza a plata la llama, y en la senda de los huertos costales y devotos, rezan un rosario a su Señora, misterios de gozo, de luz y dolor, que al llegar el otoño se tornan gloriosos, para honrar a la Madre de Dios.
Rosario que besaras el cielo a la voz de tu capataz, y del claustro del Monasterio de Santo Domingo de Guzmán, volaran cristalinas cuentas de un rosario dominico, perfumadas de nardos y azahar.
Dios te salve María rezaran tus cofrades por Jesús de la Piedad, llena eres de gracia, Rosario, cuando bajes pilar de la imprenta, y una nueva revira.
Al llegar a Recogidas, un abrazo al Cristo de los tres huevos, ahí Madre, que dolor, pero bendito el fruto de tu vientre, que enseña a los jaeneros como se reza el rosario, bendito tu niño Jesús.
Santa María Madre de Dios, cuando al cruzar por Almenas, tu paso concentre miradas, cuando brille la primera estrella, y tú reines en la oscuridad.
Ruega por nosotros pecadores, cuando cerca de tu Iglesia, tu camines de puntillas, y entre un mar de corazones, seas lagrima bendita. Milagro de una noche que derrama avemarías, por esquinas encantadas, de las flores de tus jarras y las luces de tu cera. Plegaria bajo costales, de una nana musical, para ese niño que duerme en tus brazos, con sones de marcha triunfal.
Así te reza Jaén, así te reza tu barrio, con avemarías de ensueño que tus costales te van rezando.
Así te reza Jaén, así te reza la alcantarilla, como quiso Santo Domingo fundador de las dominicas, que cada cuenta fuese una rosa, cada suplica un avemaría, que ofreciese una corona a la realeza de María.
Así te reza Jaén, así te reza tu barrio, Dios te salve Reina y Señora, Madre de Dios del Rosario.