Triduo 2006. Dia 2
“MARIA, MUJER DE ORACION”
1.- INVOCACIÓN INICIAL
Lector: En el nombre del Padre, del Hijo….
Dios mío, ven en mi auxilio
Todos: Señor, date prisa en socorrerme.
Lector: Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo
Todos: Como era en un principio ahora y siempre por los siglos
de los siglos. AMEN.
Lector: ORACIÓN: Señor, purifica mis labios y mi corazón, para
que pueda dar gloria a tu nombre, al bendecir
y ensalzar a la Virgen Maria, Madre de Jesús
y Madre nuestra. AMEN.
2.- SALUDO
Lector: ¡El Señor es contigo! Reina del Rosario, el Señor que
por su esencia se halla con todas las cosas, quiso un día,
elegirte por Madre.
Todos: ¡VIRGEN DEL ROSARIO, EL SEÑOR ESTÁ CONTIGO!
Lector: ¡Bendita Tú eres entre todas las mujeres! María tú eres
la gloria de Jerusalén, la alegría de Israel, el honor del
pueblo santo de Dios. Haz que obtengamos por tu
intercesión una fe más viva y así considerar y adorar a
través del Santo Rosario, las misericordias que en ti hizo
el Hijo de Dios.
Todos: ¡VIRGEN DEL ROSARIO, EL SEÑOR ESTÁ CONTIGO!
Lector: ¡Bendito es el fruto de tu vientre Jesús! Madre mía, sea
el fruto de mi oración, alabar y bendecir durante toda mi
vida, a tu Hijo Jesús, nuestro Señor.
Todos: ¡VIRGEN DEL ROSARIO, EL SEÑOR ESTÁ CONTIGO!
Lector: ¡Oh Madre y clementísima Virgen del Rosario! Tú que
plantaste en la iglesia, por medio de tu Hijo Domingo, el
Santo Rosario, haz que abracemos nosotros tus hijos tu
santa devoción y gocemos su verdadero espíritu, para que
aquellas místicas rosas sean en nuestros labios y corazón,
oración perfecta para los pecadores y aumento de gracia
para los justos. Por Jesucristo nuestro Señor. AMEN.
3.- lectura meditativa
“en el espiritu manteneos fervientes siempre al servicio del señor. Que la esperanza os tenga alegres: sed enteros en las dificultades y asiduos a la oracion”. (rm 12, 11-12)
“DIJO María: engrandece mi alma al señor y mi espiritu se alegra en dios mi salvador porque ha puesto los ojos en la humildad de su esclava”. (Lc 1, 46-48)
Uno de los primeros interrogantes de la vida cristiana es cómo podemos dirigirnos a Dios. Dicho de otra manera, qué es orar. Tenemos que reconocer que muchas veces confundimos oración con el bombardeo continuo de peticiones y lamentos que hacemos. La oración es conocimiento amoroso de Dios: un profundo anhelo de conocerlo mejor, de amarle más. Orar es esencialmente gozarse en la proximidad de dios, experimentar el amor amistoso de nuestro Dios y Señor. Si entendiéramos la oración como un escuchar a Dios… muchas cosas cambiarían en nuestras vidas.
María sabe hacer de su vida una continua oración, deseaba convertir su vida en un continuo Magnificat: palabras de gratitud, palabras de alabanza, palabras de entrega. Ahí, en la oración, conoció la voluntad de Dios para ejecutarla, para vivirla posteriormente con toda fidelidad. Todo lo hacía acompañada del espíritu de oración… oraba trabajando, su trabajo era oración. Su vida no tenía otra idea ni otro fin que el hacer la voluntad de Dios.
¿Cómo sería su oración en el Templo… en sus viajes llenos de incertidumbres… en la huída a Egipto… cuando iban a crucificar a Jesús… en la visita a su prima Santa Isabel…cómo sería su oración en cada momento?
María nos da ejemplo de oración y Jesús nos invita a hacer oración, a dirigirnos al Padre. Cristo mostró una actitud de oración continua y de unión con su Padre Dios; e insistió a sus discípulos en la necesidad de orar. Y en este empeño compromete su palabra: “Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá…cuanto pidáis al Padre en mi nombre, os lo concederá… si tenéis fe, os aseguro que cuanto pidáis en la oración os será concedido”.
Ante estas palabras y el ejemplo de María, hemos de revisar nuestra oración, abriéndonos con sencillez ante la cercanía y el amor de Dios.
4.- REFLEXION PERSONAL
Oramos en silencio, pidiendo interiormente aquellas gracias, favores o necesidades que deseamos alcanzar por la intercesión de nuestra Madre la Virgen del Rosario.
5.- PLEGARIA
Lector: Para que mirando a María, la mujer orante, sepamos
como ella descubrir la voluntad de Dios mediante la
oración.
Todos: MARIA, VIRGEN DEL ROSARIO, ENSÉÑANOS A
ORAR. ( Se reza el Ave Maria)
Lector: Para que a través de la oración descubramos que todos
los deseos de nuestro corazón sólo pueden saciarse con el
amor de Dios.
Todos: MARIA, VIRGEN DEL ROSARIO, ENSÉÑANOS A
ORAR. (Se reza el Ave Maria)
Lector: Dios Padre, que has elegido a María como Madre de tu
Hijo, concédenos ser puros de corazón y a ser personas
orantes como ella.
Todos: MARIA, VIRGEN DEL ROSARIO, ENSÉÑANOS A
ORAR. (Se reza el Ave Maria)
6.- ORACIÓN FINAL
Maria Reina del Rosario, tu oración más significativa era la que surgía desde lo más íntimo de tu ser. Toda tu vida fue plegaria al Señor. Eres la virgen orante hacia Jesús, tu Hijo. Te pedimos que nos des tu protección y socorro, nos encomendamos a tu amor de Madre y oramos en el nombre de Cristo, que vive y reina por los siglos de los siglos. AMEN.
REINA DEL SANTÍSIMO ROSARIO.
Ruega por nosotros.
CANTO DEL HIMNO DEL ROSARIO.